TRÁMITE DE ADHESIÓN A LA CORONACIÓN PONTIFICIA DE
NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS

COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS Y SOLEDAD

La regla de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de la ciudad de León fue aprobada el día 9 de febrero del año 1578; por tanto, en febrero del año 2028, se celebrará el 450 aniversario de la aprobación de dichas reglas de la cofradía leonesa. Por tal motivo y debido tanto a la devoción en la ciudad de León como la antigüedad de la propia imagen de la Virgen de las Angustias, la más antigua de las cofradías leonesas documentada va a solicitar la Coronación Pontificia de la Virgen de las Angustias.  

   En el año 2010 el hermano de la cofradía e historiador Antonio Alonso Morán, descubrió las primitivas reglas de la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de Nuestra Señora la Virgen María por la cual sabemos que fueron aprobadas el 9 de febrero de 1578 en el convento extramuros de la ciudad de León de Santo Domingo. La regla se conserva gracias a una transcripción del año 1848 por el escribano Don Enrique Pascual Díez y que hoy se encuentra en el Archivo Histórico Nacional en la sección del clero secular.

  El primer Abad de la cofradía fue el pintor de la catedral Gregorio de Herreras, sabiendo los nombres de los primeros oficiales (directivos o seises en terminología paponil diríamos hoy), entre los cuales hay un número importante de artistas como pintores o escultores, aunque también escribanos, pasteleros, bordadores o arineros(sic) y el prioste de la catedral. Es decir, por una parte, una cofradía gremial, típico de las cofradías medievales y del siglo XVI, pero también a la vez trasversal, una característica de la cofradía que ha llegado hasta nuestros días.

   Como decíamos, la cofradía se creó en el convento de Santo Domingo el Real y esa fue su sede durante más de dos siglos, hasta el año 1815, que debido a la invasión francesa y como consecuencia de la Guerra de Independencia entre los años 1808-1814 quedó muy arruinado. Por eso la cofradía tuvo que buscar una nueva sede: en 1814 la Cofradía de Angustias y su hermana, la Cofradía de Jesús Nazareno, cogieron sus enseres y se trasladaron a la capilla de Santa Nonia actual sede de ambas cofradías, dependiente la capilla de la parroquia de Santa María del Camino o del Mercado llamada popularmente.

  En las primitivas reglas, se establece el realizar una procesión de disciplina los Viernes Santo cada año a las ocho horas de Prima noche, donde los hermanos se dividían en hermanos de luz y de sangre con hábito negro y con la “Ynsignia en el pecho de las Angustias de Nuestra Señora”(sic).

  Desde un primer momento en la regla fundacional, la cofradía admitió mujeres al mismo nivel que los hombres. Por tanto, siempre hubo mujeres en la cofradía, aunque con la reforma del Código de Derecho Canónico se hicieron unos nuevos estatutos en 1992, siendo a partir de ese momento cuando las hermanas de la cofradía pudieron procesionar con túnica y capillo y siendo braceras en igualdad que los hombres.

  La cofradía tenía una labor asistencial social muy importante como el enterramiento de los pobres que había en la ciudad, además de dar de comer a los presos pobres que estaban en la cárcel. También la labor asistencial de visitar a los hermanos cofrades enfermos, así como la del enterramiento de estos. En otro orden de cosas es muy importante hacer mención a la Procesión de la Virgen de la Alegría realizada en la Pentecostés, la única Virgen de Gloria ya documentada en 1614, siendo en los años pares cuando se produce el cambio del Abad.

  En su larga historia la cofradía también tuvo momentos delicados: uno, como ya hemos comentado, después de la Guerra de Independencia en el siglo XIX, al que siguió todo un convulso siglo XIX, razón por la cual, quizá se estableció la concordia con la cofradía de la Vera Cruz en 1830, probablemente por los problemas de ambas cofradías para poner en pie un cortejo todos los años. Otro momento muy adverso, fue el final de la Guerra Civil, ya que en el año 1940, la cofradía solo contaba con 22 hermanos. En 1942 se reorganiza aprobando nuevos estatutos, teniendo desde entonces un gran auge que se confirmó a partir de la plena aceptación de las mujeres en la cofradía en 1992 y que ha llevado a que la cofradía hoy en día, goce de una salud excepcional, al contar con 4200 hermanos y hermanas.

La Virgen de las Angustias

La imagen de la Virgen de las Angustias es una imagen de tamaño pequeño, pero de gran valor artístico. La devoción de la Virgen de las Angustias tiene que ver con otra devoción, más extendida y popular como es la devoción a la Piedad. El tema de la Piedad surgió en Alemania a partir del siglo XIII, Vesperbild, que narra el momento en que la Virgen María recoge en su regazo el cuerpo inerte de su hijo muerto después de la crucifixión y del descendimiento de la Cruz por los Santos Varones. Las primeras imágenes de la Piedad en Alemania muestran a una Virgen con un rostro desencajado por el dolor, muy típico del gótico doliente del siglo XIV. No hay que olvidar que estamos en el siglo de la peste que azotó Europa a partir de 1349. El tema desde Alemania se extendió a Italia y Francia, llegando a España ya en el siglo XV. En la propia ciudad de León tenemos un ejemplo excepcional del tema de la Piedad en la Virgen del Camino, llamada popularmente del Mercado. A principios del siglo XVI se realiza la que está en el santuario y que tiene una vinculación muy importante con la cofradía que viene ya recogida en la regla de 1578.

   Tenemos que retrotraernos al año 1532 cuando el escultor de origen francés, Juan de Juni llegó a León para trabajar en la obra de San Marcos que estaba en ese momento en construcción. Con Juni llegaron en ese mismo año de 1532 varios artistas más de Francia: Guillermo Doncel, Juan de Angers y Esteban Jamete. Trabajaron tanto en la fachada, como en el claustro y sobre todo en el magnífico coro de madera de nogal entre 1537 y 1543. Estos artistas que trabajaron en San Marcos van a crear una escuela escultórica interesantísima en la ciudad de León, que se va a extender durante todo el siglo XVI y que, seguramente, son los responsables de las imágenes de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad que han llegado a nuestros días.

   El profesor Fernando Llamazares adjudicó a Juan de Angers la bella talla de Nuestra Señora de las Angustias, realizada en madera con una delicada policromía siendo una imagen de bulto redondo, aunque en la restauración de 1947 Víctor de los Ríos parece que hizo algunos añadidos en la parte trasera de la imagen. A este respecto, hay que decir que por fotos que tenemos de principios del siglo XX la Virgen procesionaba con manto.

   La Virgen recoge en su regazo el cuerpo de su hijo muerto, con un rostro sereno, joven e idealizado siguiendo los ideales neoplatónicos expuestos por Miguel Ángel en la Piedad vaticana. El cuerpo de Cristo se ajusta perfectamente al regazo de su madre que aparece tocada, símbolo de divinidad. El manto azul policromado de la Virgen cae en pliegues alrededor de su cuerpo, estando los bordes del manto bellamente estofados. Uno de los mejores detalles de la imagen es como la Virgen introduce su mano derecha entre el cabello de su hijo muerto, un detalle realmente conmovedor y de dificultad técnica. El rostro de Cristo es surcado por tres regueros de sangre que le caen de las heridas de la corona de espinas, así como por el torso y de la herida del costado del que mana abundante sangre. El cuerpo de Cristo está musculado apreciándose los moratones en muñecas y muslos por haber estado atado a la columna. Importante es aclarar que, en esta época, el escultor hacía la talla mientras que un pintor era el que hacía la policromía de la imagen.

   En cuanto al pequeño tamaño de la imagen podría ser que desde un principio se diseñó para procesionar y que no pesase mucho. Los pasos de Semana Santa en madera se empiezan a realizar a principios del siglo XVII. Antes se hacían de papelón primero y después de pasta de madera, tanto por motivos económicos como por el peso para poder llevarla entre pocos braceros los pasos a hombros. Si la Virgen de las Angustias fue realizada y encargada en madera para procesionar desde un primer momento por la cofradía, estaría diseñada para llevarla a hombros entre cuatro personas, pero para que no pesase se haría en un tamaño pequeño, con lo cual nos encontraríamos ante una de las imágenes más antiguas de España realizada en madera y pensada para procesionarse. Y lo mismo se podía decir del Cristo Yacente de la Urna de la misma época y quizá mismo autor, con la particularidad que la hicieron hueca por el interior para aligerar peso porque además habría que llevarla en una Urna.

  La imagen ha tenido varias restauraciones: una de Víctor de los Ríos en 1947 que redondeó la parte posterior. Otra en 1992 del Instituto de bienes muebles de Simancas y en 2020 del reputado profesor, restaurador e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro que le recuperó regueros de sangre tanto en el torso del Cristo como en la cabeza de la corona de espinas o sobre el rostro.

  En procesión va sobre un trono magnífico realizado en 1947 por el propio Víctor de los Ríos, rematado por cuatro águilas en las esquinas, estilo Renacimiento, realizando una cruz a juego con el conjunto del trono. El trono fue ampliado en 1980 por el escultor leonés Luis Estrada, restaurado en 1992, y ampliado con un bajo trono con los mismos motivos escultóricos en 2008 y dorado con pan de oro todo el conjunto, trono y cruz, en 2010 en los talleres Dorrego de Madrid. La corona que lleva la Virgen es una corona del siglo XVIII. Sobre la cruz lleva varios sudarios que combina en las diferentes procesiones donados por diferentes hermanos.

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